Transforma tu proceso de reclutamiento para mejorar la reputación tu marca empleadora

Construir una reputación sólida como empleador es uno de los mayores retos para cualquier empresa. No sólo hablamos de atraer talento por nuestro renombre, sino de inspirar confianza y compromiso a largo plazo. Sin embargo, muchas compañías ―a veces sin darse cuenta―, cometen errores que afectan gravemente su employer branding.

¿Qué te parece si exploramos esas acciones que pueden convertir una empresa en un lugar poco deseable para trabajar? No para señalarlas sin más, sino para reflexionar juntos sobre cómo evitarlas y crear una experiencia que sea valiosa para todas las personas involucradas.

1. Publicar descripciones de puesto irreales

Todos hemos visto esas ofertas de empleo que parecen listas de deseos imposibles. “Buscamos un desarrollador experto en 10 tecnologías emergentes, con habilidades de liderazgo y una sonrisa eterna. Salario: competitivo.”

¿El problema? Cuando las expectativas no están alineadas con la realidad, los candidatos, además de desanimarse, se cuestionan si la empresa entiende realmente lo que busca o valora a sus colaboradores.

Por nuestra experiencia, lo mejor es tener un plan de aprendizaje y desarrollo continuo. De esa manera, una vez que contratas a tu talento, puedes expandir sus conocimientos. El colaborador se sentirá valorado y a su vez, la compañía obtendrá beneficios de su upskilling.

Cuando publiquemos una vacante, seamos honestos y específicos. Reconocer lo que realmente necesita tu equipo, en lugar de buscar “unicornios”, genera confianza desde el primer contacto.

2. No dar respuesta a los candidatos (ghosting)

El ghosting no es exclusivo del mundo de las citas amorosas. En el mundo laboral puede ser más devastador. Imagina a alguien que invierte tiempo y energía en preparar un CV que se ajuste al rol pedido, asiste a más de cuatro entrevistas y completa tests interminables… y nunca recibe una respuesta. 

Ahora piénsalo desde tu perspectiva, seguramente ya has estado esperando una respuesta que nunca llega. ¿Qué sentirías si ese silencio viene de una empresa en la que soñabas trabajar?

El impacto del ghosting va más allá de la frustración y desmotivación; define la percepción que el talento tiene de ti como empleador.

Sabemos que no todas las personas avanzan en el proceso, pero todas merecen ser tratadas con respeto. Responde siempre, aunque sea con un mensaje automatizado. 

3. Prometer lo que no puedes cumplir

Ofrecer beneficios que suenan increíbles pero que nunca se materializan es una forma rápida de perder la confianza de tu equipo. Horarios flexibles que no son realmente flexibles, oportunidades de desarrollo profesional que nunca se concretan… Todo esto genera desilusión y aumenta el turnover (junto con los gastos asociados al mismo).

La confianza es un pilar esencial en cualquier relación laboral. Antes de prometer algo, asegúrate de que puedes cumplirlo. Y si algo cambia en el camino, seamos transparentes.

4. Tener procesos desorganizados y eternos

Nada aleja más al talento que un proceso de selección caótico. Entrevistas canceladas sin previo aviso, rondas interminables o cambios repentinos en los requisitos son señales de que la empresa no valora el tiempo de las personas.

El proceso de reclutamiento es una oportunidad para mostrar cómo funciona tu compañía. Si el proceso es eficiente y claro, transmitirás profesionalismo y respeto. Y de eso se trata nuestra reputación, ¿verdad?

5. Ignorar la diversidad y la inclusión

El mundo es cada vez más consciente de la importancia de la diversidad; contratar sólo a personas que encajan en un molde predefinido limita a tu equipo, a la creatividad y la innovación de tu empresa.

La diversidad es una necesidad. Crear un entorno inclusivo, donde todas las voces y sus experiencias sean valoradas, te posiciona como un lugar donde cualquiera querría trabajar.

¿Por qué debería importarte?

Más allá de llenar vacantes, el employer branding tiene un impacto profundo en cómo se percibe tu empresa. Según Glassdoor, el 83% de las personas afirma que una experiencia positiva en el proceso de reclutamiento influye en su decisión de aceptar una oferta. Por otro lado, el 60% evitaría postularse a una empresa después de una mala experiencia.

Construir una marca empleadora es una inversión en las personas que harán crecer tu compañía.

Cómo dar un giro positivo

Si reconoces alguno de estos errores en tu compañía, no todo está perdido. Aquí hay algunas ideas para que empecemos a cambiar:

• Sé honesto y claro desde el principio. Las expectativas realistas generan confianza.

• Respeta el tiempo de los candidatos. Un “gracias por participar” puede marcar la diferencia.

• Cumple tus promesas. La transparencia es fundamental para construir relaciones sólidas.

• Optimiza tu proceso. Menos pasos, más claridad, sobre todo en las entrevistas con futuros talentos.

• Abrazar la diversidad. Las mejores ideas nacen en equipos con perspectivas variadas.

Al final del día, tu marca empleadora es el reflejo de cómo tratas a las personas. Y no se trata sólo de atraer talento; se trata, también, de construir relaciones que sean beneficiosas para todos.

La elección está en tus manos

Cada interacción que tienes con un candidato o miembro de tu equipo contribuye a tu reputación. ¿Quieres ser recordado como una empresa que inspira o como una que desilusiona? La decisión es tuya y nunca es tarde para mejorar.

¿Te viste reflejada en alguno de estos casos? ¿Te pasó estar del lado del entrevistado? Si tienes ganas puedes escribirme y contarme sobre tu experiencia, para así seguir creciendo y aprendiendo juntos. Mi mail es paulina@heyatlas.com