Mentorías en startups: cómo implementarlas (sin que terminen en una sesión de terapia grupal)
Pau Karadagian
Si las decisiones en tu startup parecen sacadas de una ruleta, necesitas una mentoría efectiva. Aprende cómo estructurarla para obtener resultados reales.
People Ops
HR
Estrategias para diseñar un programa de mentoría que impulse decisiones de impacto y ordene el caos interno.
Ritmo frenético, decisiones a contrarreloj y la organización y foco que cambia cada tres meses. Las reuniones de equipo parecen improvisadas, las prioridades cambian cada semana y, de repente, te das cuenta de que nadie tiene claro quién debería estar tomando ciertas decisiones. La usual en una startup.
Es en ese momento cuando surge la frase que todos tememos: "Necesitamos un poco más de estructura." Pero lo que en realidad están diciendo es que necesitan una dirección clara, una referencia, alguien que ya haya estado en esa situación y sepa cómo llevarla. En otras palabras, necesitan mentoría.
El problema es que la mentoría en startups suele estar mal implementada. A veces es una reunión casual de "chequeo" que no lleva a ninguna parte. Otras veces es una charla motivacional que suena más a la escena de Mufasa diciéndole a Simba "Recuerda quién eres" que a una conversación real sobre problemas estratégicos.


¿Por qué las startups necesitan mentoría?
Imagina una empresa que está escalando rápido: contratan nuevos colaboradores cada semana, el producto está ganando tracción en el mercado y de repente, ¡zas!, el equipo de ventas empieza a chocar con el equipo de desarrollo porque los tiempos no se alinean (y tampoco los planetas). Los co-founders están ocupados tratando de cerrar una nueva ronda de inversión y el equipo empieza a sentir que están todos remando en direcciones diferentes.
Lo que pasa en este punto no es falta de talento o compromiso: es falta de experiencia. En las grandes empresas, las decisiones estratégicas se apoyan en una base de conocimiento compartido que viene de años de experiencia acumulada. Pero en una startup, esa base no existe aún. Todo es nuevo y el margen de error es mínimo; no podemos darnos ese lujo.
Un buen mentor no sólo aporta experiencia técnica o de mercado; también funciona como un punto de referencia para las decisiones complejas. Alguien que pueda decir: "Esto ya lo vimos antes. La última vez que intentamos este enfoque, no funcionó porque..." Ese tipo de orientación es invaluable cuando estás creciendo rápido y cada decisión tiene consecuencias directas en el negocio.


Tipos de mentoría para startups
No todas las mentorías son iguales y no todas las startups necesitan el mismo tipo de estructura. Lo que funciona para una empresa en etapa inicial puede ser completamente inútil para una que ya pasó la fase de producto-mercado. Por eso es importantísimo elegir el tipo de mentoría que mejor se adapte al contexto y las necesidades del equipo.
1. Mentoría uno a uno
Este tipo de mentoría funciona bien para resolver problemas específicos o para desarrollar habilidades técnicas y de liderazgo. La relación directa facilita que las conversaciones sean abiertas y sinceras, pero también implica que no es fácil de escalar. En un equipo de 50 personas, tener sesiones individuales regulares para todos simplemente no es viable.
Pensemos en una nueva tech lead que acaba de sumarse al equipo. Está llena de ideas y energía, pero no entiende del todo cómo se toman las decisiones en la empresa. Entonces, el CTO empieza a reunirse con ella cada dos semanas. Charlan sobre arquitectura, procesos y las expectativas del equipo. Después de tres o cuatro reuniones, la nueva tech lead ya no sólo entiende el producto: también entiende cómo funciona la compañía.
2. Mentoría grupal
Imagina que el equipo de ventas está teniendo problemas para cerrar acuerdos porque algunos términos de los contratos cambian para poder amoldarlos a requests específicos de distintos clientes. El CEO decide organizar una sesión de mentoría grupal donde los líderes de ventas y finanzas analizan juntos los problemas y encuentran patrones.
La mentoría grupal funciona bien para resolver problemas sistémicos. Las dinámicas grupales permiten que surjan ideas cruzadas y soluciones colectivas, pero también puede pasar que algunas voces se pierdan en la conversación. No todos se sienten cómodos hablando frente al grupo.
3. Mentoría inversa
Un diseñador junior empieza a notar que las herramientas que usa el equipo están desactualizadas. La experiencia de usuario podría mejorar si adoptaran un enfoque más moderno, pero el equipo de liderazgo no está convencido. Entonces, el diseñador propone una mentoría inversa: él enseña al equipo directivo cómo funcionan las nuevas herramientas y qué impacto podrían tener en el flujo de trabajo.
La mentoría inversa es una forma de mantener la empresa conectada con las tendencias de la industria. También es una manera sutil de romper la jerarquía tradicional y permitir que las ideas innovadoras fluyan desde abajo hacia arriba. There’s a catch, though: para que funcione, el liderazgo tiene que estar dispuesto a escuchar y adaptar su forma de trabajar.
4. Mentoría cruzada
Un desarrollador empieza a trabajar con el equipo de ventas para entender cómo las funcionalidades del producto están impactando en las conversaciones con los clientes. Después de varias sesiones, el desarrollador empieza a ajustar ciertas partes del producto para hacerlo más intuitivo. El equipo de ventas empieza a cerrar acuerdos más rápido.
La mentoría cruzada es una forma de romper los silos internos y fomentar una cultura más colaborativa. También ayuda a que el equipo entienda mejor el negocio como un todo, y no sólo desde la perspectiva de su rol específico.
5. Mentoría externa
Una startup que está tratando de escalar a nivel internacional contrata a un consultor externo para ayudar a definir la estrategia de expansión. El consultor trabaja directamente con el equipo para establecer prioridades, definir objetivos y alinear el crecimiento con los recursos disponibles.
La mentoría externa aporta una perspectiva fresca y menos contaminada por la dinámica interna de la empresa. El riesgo es que el mentor externo no entienda del todo la cultura de la empresa, o que las soluciones propuestas no sean realistas para el contexto específico de la startup.


Beneficios de la mentoría en startups
Cuando Steve Jobs volvió a Apple en 1997, lo hizo con una visión renovada gracias a la influencia de Mike Markkula, su mentor en los primeros años de la compañía. La mentoría, además de darle claridad sobre el producto, le enseñó cómo liderar y construir una estructura sostenible.
En una startup, la mentoría tiene efectos directos:
Las decisiones claves se toman más rápido y con menos margen de error.
El equipo desarrolla habilidades específicas en menos tiempo.
La colaboración mejora cuando hay claridad en las expectativas y los procesos.
El equipo está más comprometido y menos propenso a buscar oportunidades en otro lugar.


Cómo implementar un programa de mentoría en equipos remotos
Define objetivos claros: no es lo mismo desarrollar habilidades técnicas que mejorar la toma de decisiones.
Establece una estructura: una sesión cada dos semanas de 45 minutos suele funcionar bien.
Elige el tipo de mentoría adecuado: individual para casos específicos, grupal para problemas sistémicos.
Fomenta el feedback: si algo no está funcionando, hay que ajustarlo rápido.


Mentoría o improvisación: la decisión es tuya
¿Sabes de dónde viene la palabra mentor? Cuando Ulises (u Odiseo, según la mitología griega o romana) fue a la guerra de Troya, le pidió a su amigo que se encargara de la educación de su hijo, Telémaco. El nombre de su amigo era Méntor. Cuando Telémaco no siguió el consejo de Méntor, Atenea (la diosa de la sabiduría) se disfrazó de él. Méntor/Atenea, ahora convertido en un hombre sabio, permitió que Telémaco desplegara sus talentos, habilidades y todo su potencial. Como lo hace un mentor.
Un buen programa de mentoría puede ser el envión que una startup necesita para crecer más rápido, tomar mejores decisiones y fidelizar talento clave. Sin un plan claro, la mentoría puede convertirse solamente en otra reunión más en el calendario (de las que todos intentamos cancelar).
Ya tienes los modelos y las estrategias para organizar un programa efectivo. Si estás lista para dejar de improvisar y crear un programa de mentoría real, empieza definiendo objetivos claros y eligiendo el tipo de mentoría que mejor se adapte a tu equipo.
Ahora, la decisión es tuya: ¿vas a estructurar una mentoría real o vas a seguir confiando en que la experiencia se transmite sola?
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